SI YO FUERA PEPPA PIG

¿Qué pasaría si pudieras ver tu conflicto o dificultad en la piel de otro personaje?

¿Te sientes bloqueada ante una tarea, una relación personal, una creencia o una decisión? Es posible que alguna situación recurrente te genere miedo, angustia, impotencia, u otras emociones que te impiden avanzar.

Una herramienta muy interesante que utilizo en los talleres y sesiones individuales de terapia y coaching es ponerte en la piel de personajes de ficción diferentes y pensar: ¿Cómo verías este tema si fueras… Han Solo, Pippi Langstrump, Sheldon Cooper o Chandler Bing? ¿Cómo te sentirías? ¿Cómo actuarías entonces?

Esta dinámica corporal, con el acompañamiento adecuado, te permite:

1. Sentir emociones diferentes delante de tu problema o bloqueo. Puedes mirar lo que hasta ahora te bloqueaba y sentirte atraída, divertida y capaz. Y esta emoción, que es nueva en ti, abre un nuevo campo de exploración.
2. Relativizar aquello que sucede. Puedes dar espacio al sentido del humor y darte cuenta de la variedad de interpretaciones y respuestas posibles ante un mismo hecho y flexibilizar aquello que pensabas.
3. Conectar con los recursos que necesitas para afrontar la cuestión de manera más potenciadora y útil para ti.

En el taller de “Escribe la película de tu vida” de este fin de semana, hicimos esta dinámica. Una persona eligió el personaje Peppa Pig para afrontar su dificultad: “comprarse una casa”. Cuando les pedí que escribieran una secuencia de este personaje ante el conflicto, su respuesta fue:

“Papá, quiero comprarme una casa – dice Peppa Pig.

De acuerdo, hija – le responde Papá Pig.

Peppa y su papá cogen el coche, bajan la montañita y se compran una casa. Fin de la historia”.

Este relato nos hizo reír mucho a todas por su ingenuidad y simplicidad y la gracia innata de quien lo contaba. Pero sobretodo, a ella le sirvió para desbloquear la emoción de angustia y revisar la creencia que “comprarse una casa es muy difícil”.

Está claro que, ni tu ni yo, somos esos personajes y no lo seremos por mucho que podamos imaginarlo. Pero la mente no distingue realidad y ficción, y cuando visualizamos un nuevo escenario el cerebro lo registra como real y, por lo tanto, es como si ya hubieras estado allí.

Así que ya sabes, ¡entrénate en sentir cosas nuevas y abre nuevos espacios de actuación!